International Development Law Organization

Honduras: Cutting Homicide

Languages: English, Español

As in much of Latin America, in Honduras the walls tell stories.

This mural in the outskirts of San Pedro Sula, the country’s second largest city, commemorates the 28 people – seven of them children – who were killed when armed men opened fire with assault rifles on a city bus in December 2004.

Although no massacre on that scale has happened since, Honduran society still suffers from alarming levels of violence.  Due to the activities of armed gangs, urban insecurity is rampant. San Pedro Sula is consistently listed as the world’s ‘most dangerous city,’ with the highest murder rate globally. Violence against women is widespread in the country, feeding off a deeply rooted machista culture. Every year thousands of people, including unaccompanied teenagers and children, embark on a perilous journey across Central America and Mexico in search of a better life in the United States.

To help replace the existing culture of violence with one of legality, IDLO has outlined a program to reduce violence and homicides. In partnership with Honduran institutions and civil society organizations, the Organization will work to improving access to justice for some of the most vulnerable sectors of society, including women, children and people in detention.

“Giving people the means to fully exercise their rights and obtain justice will contribute to breaking the cycle of violence that afflicts these communities,” explained Erwin van der Borght, IDLO’s Director of Programs.

Speaking at the program's presentation, Deputy Honduran Minister for Foreign Affairs María del Carmen Nasser de Ramos welcomed IDLO’s initiative, saying it would 'contribute to strengthening the rule of law and access to justice'.


Honduras: Reducir los homicidios

9 de octubre de 2015

Como en gran parte de Latinoamérica, en Honduras las paredes cuentan historias.

Este mural pintado a las afueras de San Pedro Sula, la segunda ciudad más grande del país, conmemora a las 28 personas –entre ellas 7 menores de edad– que resultaron muertas en diciembre de 2004, cuando unos hombres armados con fusiles de asalto dispararon contra un autobús urbano.

Aunque no se ha cometido ninguna masacre de tal magnitud desde entonces, la sociedad hondureña padece aún alarmantes índices de violencia. Debido a las actividades de las bandas armadas, la inseguridad urbana aumenta sin control. San Pedro Sula aparece clasificada sistemáticamente como la "ciudad más peligrosa" del mundo, con la mayor tasa mundial de asesinatos. La violencia contra la mujeres es una práctica bien asentada en el país, que se nutre de una cultura machista profundamente arraigada. Todos los años, miles de personas, entre las que hay adolescentes y niños y niñas no acompañados, emprenden un peligroso viaje por Centroamérica y México en busca de una vida mejor en Estados Unidos.

A fin de ayudar a reemplazar la actual cultura de violencia por una basada en la legalidad, IDLO ha elaborado un programa de reducción de la violencia y los homicidios. En asociación con instituciones hondureñas y con grupos de la sociedad civil, la organización va a realizar labores destinadas a mejorar el acceso de los sectores más vulnerables de la sociedad a la justicia, entre ellos las mujeres, la infancia y las personas detenidas.

“Dar a la gente los medios necesarios para ejercer plenamente sus derechos y conseguir justicia contribuirá a romper la espiral de violencia que aflige a estas comunidades", ha explicado Erwin van der Borght, director de Programas de IDLO.

En la presentación del programa, la Subsecretaria de Cooperación y Promoción Internacional, María del Carmen Nasser de Ramos, expresó su satisfacción por la iniciativa de IDLO, señalando que iba a "contribuir a reforzar el Estado de derecho y el acceso a la justicia”.